[Escribe: Rodrigo Arosemena] La noche del miércoles 15 de noviembre de 2017, esa bendita noche cuando Clement Turpin pitó el final del partido por el repechaje mundialista, supe que mi sueño se cumpliría. Desde que tengo memoria, el Mundial de fútbol ha sido lo más importante de todo lo menos importante en mi vida.