A lo largo de su carrera, el 9 de Alianza Lima ha disputado varias definiciones y ha sido figura en algunas de ellas. El periodista Brandon Tavara Salazar hace el recuento de la carrera de un bucanero que ha puesto su bandera en cada costa en la que ha desembarcado. Hoy juega otra final con Alianza Lima y buscará mantener su saldo positivo.
“Barcos se paga solo, no importa cuánto cobre, él te llena el estadio”, dijeron en Ecuador, pero esa sentencia se podría haber dicho en más de un país. Para contar las costas por donde ha pasado este barco no nos alcanzan los dedos de las manos. Hernán Barcos ha paseado su bandera pirata desde Ecuador hasta China, pasando por Paraguay, Serbia, Brasil, Bangladesh, Colombia, Portugal, Italia, Perú y su natal Argentina. En todos los lugares a los que fue, marcó. Especialista en finales, goleador, trotamundos, son títulos que le calzan bastante bien.
Puño derecho bien arriba y la otra mano tapando el ojo izquierdo, el saludo pirata con el que ha dejado su huella en once países y que este año ha penetrado en el corazón de los hinchas de Alianza Lima. Ídolo en Ecuador, Brasil, China y en camino a convertirse en ídolo en Perú, Hernán Barcos se gana el cariño de sus hinchas a punta de goles y humildad. Figura en casi todos los partidos de Alianza Lima y en la primera final de la Liga 1, el Pirata tiene un gran historial de finales y anotaciones. El del domingo pasado no fue su primer gol en una definición, ya sabe lo que es llevarse el botín más buscado y dejar su bandera.
Se formó en Racing Club. Es el mejor delantero que ha pasado por el predio Tita Mattiussi hasta que llegó Lautaro Martinez, afirmaron por Avellaneda. Sin embargo, el argentino no llegó a ser profeta en su tierra. En Racing nunca pudo destacar y con veinte años fue cedido a Guaraní y luego al Olmedo de Ecuador. El joven Barcos en su primer paso por el país norteño logró anotar 22 goles, incluyendo a los grandes como Emelec, Barcelona y Liga de Quito.
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Su buen paso por Ecuador lo llevó a su primer recorrido por Europa. En el Estrella Roja de la Liga Serbia logró marcar tres goles y disputar la Europa League. Regresó a Argentina para jugar en Huracán y luego volvió a salir del continente, esta vez a China. En el gigante asiático, Barcos destacó tanto que se llevó el balón de oro, se convirtió en el máximo goleador de la Super Liga China y el jugador mejor pagado.
HÉROE DE LA FINAL SUDAMERICANA
Aún así, el goleador extrañaba Latinoamérica y volvió a Ecuador, pero esta vez para jugar en un grande del país: Liga Deportiva Universitaria (LDU) de Quito. En LDU, club del que se volvió ídolo, comenzó a escribir su historia en competiciones internacionales y a destacar en finales. En Liga de Quito, Barcos salió campeón ecuatoriano, marcó 22 goles y fue la figura del equipo. De hecho, en la Recopa Sudamericana, la final entre el campeón de la Copa Libertadores (Estudiantes de La Plata) y el de la Copa Sudamericana (Liga de Quito), el Pirata se vistió de héroe y marcó los dos goles que convirtieron al club ecuatoriano en el campeón sudamericano del 2010.
En el primer partido de la final contra Estudiantes, un Barcos más joven y rápido, vestido de blanco, con cabello largo y suelto como Sansón, corría por toda la cancha incomodando a los rivales. En una de las primeras jugadas del partido, un volante ecuatoriano se proyecta por la izquierda y mete un centro al área. Hernán, alto y fornido, entra corriendo, le gana a cinco defensores y, con una técnica perfecta, coloca de cabeza la pelota dentro del arco argentino. Pocos minutos después, Estudiantes de La Plata logra empatar el encuentro. Sin embargo, el Pirata volvería a aparecer. A los diecisiete minutos, en una jugada típica de él, gana la pelota con la pierna en alto al defensa de Estudiantes, da una media vuelta rapidísima y remata de zurda con una potencia increíble. Los narradores del partido quedaron impactados y los hinchas ecuatorianos hicieron retumbar Quito con el grito de un gol que terminaría consagrando al LDU. “Un gigante Barcos, eh”, comentaba Fernando Niembro para la señal internacional de Fox Sports, mientras los hinchas albos celebraban.
Siendo ya ídolo del LDU, disputó la Copa Sudamericana 2011 y anotó doce goles en la competencia, lo que llevó al equipo a disputar nuevamente una final internacional. Sin embargo, esta vez no tuvo suerte. El club ecuatoriano perdió los dos partidos de la definición y con el marcador en blanco. Barcos no pudo dejar su huella. Luego tendría un periplo de cinco años por otras ligas. Hasta que en el 2017, regresa a LDU para hacer historia. En esa nueva estadía alcanzó 87 goles con el equipo y se volvió en el segundo máximo anotador de la historia del club. Gracias a su paso por el LDU es actualmente el goleador histórico de la Copa Sudamericana con diecinueve tantos.
En Ecuador, los hinchas y la prensa recuerdan a Barcos como la gran figura del club quiteño. Tanto así que Cristian Sandoval, conductor de un canal de televisión en Ecuador, dijo esto en un programa especial dedicado al Pirata: “Barcos se paga solo, así me digan que gana lo que sea, se paga solo. Llega, te llena el estadio y se paga solo”, afirmó el periodista sobre el delantero argentino. Por su parte, Brayan de la Torre, un hincha de Liga de Quito, comentó: “Hernán es el jugador más querido y respetado por toda la hinchada de Liga, por él llenan el estadio, para ir a verle jugar, es un genio y debe regresar el 2021”. Sin embargo, la vida le tenía preparado nuevos destinos al trotamundos.
ÍDOLO A DONDE VA
Hernán Barcos llega a Brasil y le prometió a los hinchas de Palmeiras marcar 27 goles en esa temporada. Juega la Copa Brasil 2012 y con sus cuatro goles lleva al equipo a la final del campeonato. Lamentablemente horas antes del partido tuvo que ser operado por una apendicitis y se perdió la final. Sin embargo, Palmeiras salió campeón luego de doce años y los hinchas se lo reconocieron. Ese mismo año, le anotó dos goles al Botafogo y pudo cumplir su promesa de marcar 27 tantos en la temporada, lo que desató la locura en la hinchada brasileña. Al año siguiente es transferido al Gremio, donde tuvo un paso destacado y logró anotar en la semifinal del Campeonato Gaúcho y jugar la final contra Internacional. En esa final no tuvo suerte.
Los números lo avalan. Barcos ha sido pieza fundamental en todos los equipos donde peleó campeonatos. Más allá de la histórica final de Recopa Sudamericana, donde fue figura, El Pirata llevó a punta de golazos a sus equipos a siete finales. Logró salir campeón en cuatro de ellas, que pudieron ser cinco (LDU, 2018) si no se iba del equipo a mediados de año. El Pirata, con sus goles de zurda, de derecha, de cabeza, de penal o fuera del área, ha sido fundamental en todas las campañas en las que participó, sobre todo es un especialista en finales, y la de este 2021 con Alianza Lima podría ser una estrella más en su histórico palmarés.
Luego de su paso por Brasil, el argentino paseó su fútbol por Colombia, Portugal, Serbia, Argentina, Bangladesh e Italia. Su más reciente destino es Alianza Lima. Cuando el club de La Victoria se encontraba peleando por su permanencia en el tribunal suizo TAS, el argentino decidió buscar la gloria en La Victoria, incluso cuando podía jugar en Segunda División.
El resto ya es historia conocida. En su primer día, Hernán se mostró humilde a pesar de todo el historial con el que llegaba. En los primeros entrenamientos se le veía conversando con los más jóvenes, guiándolos por el camino que él alguna vez caminó. Incluso se acercaba a apoyar a las chicas del fútbol femenino del club, quienes todavía se encuentran en la categoría amateur; un episodio muy recordado fue cuando les regaló un equipo de sonido para que puedan divertirse y ellas le devolvieron el gesto haciendo el famoso saludo pirata cuando anotaron un gol en su siguiente partido. Todo esto ha llevado a Hernán Barcos a ser querido tanto por los hinchas blanquiazules como en la interna del club. El Pirata ha sabido conquistar todas las tierras que pisó y, a diferencia de los bandidos antiguos, dejó su bandera a punta de goles, humildad y buen humor. Hernán Barcos ya sabe ganar y anotar en finales, y definitivamente es una de las figuras del 2021 en Alianza Lima, pero ¿podrá pasar de La Victoria a la gloria?