La continuidad del ‘Coyote’ Rivera al frente del IPD es cada vez más incierta. Tras las observaciones hechas por la Contraloría a su nombramiento ahora se suma la salida de más funcionarios y su escaso liderazgo, denunciado por fuentes confiables. Mientras pasa horas en su despacho con su amigo el comediante ‘Pato’ Ovalle, su gerente César Nieto Serpa cobra mayor poder. Ojo, si el ‘Coyote’ cae, caerá solo.
Dos son los hombres en los que Julio Rivera ha decidido refugiarse desde que su cargo como presidente del Instituto Peruano del Deporte empezó a tambalearse. Uno de ellos es César Nieto Serpa, el controvertido gerente que llegó al IPD con una escasa hoja de vida para el puesto. Y el otro, Michael Ovalle, el comediante que hasta hace unos meses fabricaba chapas a través de los micrófonos de radio La Mega y que ahora visita el despacho presidencial en el Estadio Nacional casi como un funcionario ad honorem.
Ambos estuvieron presentes en la misa institucional con la que el ‘Coyote’ decidió bendecir el inicio de su gestión. La tarde del 31 de enero, apenas seis días después de haber sido designado por el presidente Pedro Castillo, Julio Rivera compartió plegarias y el saludo de la paz con Nieto Serpa, su flamante gerente general, con un breve paso por EsSalud después de haber sido denunciado por nepotismo; y con Michael Ovalle, uno de sus amigos más cercanos que registra una llamativa lista de visitas al IPD.
A estas alturas, para nadie es una sorpresa que Nieto Serpa se haya convertido en mucho más que el brazo derecho de Rivera con el visto bueno de Mario Carhuapoma, el ex presidente de EsSalud y uno de los principales nexos con Palacio de Gobierno. Lo que pocos saben es el rol que actualmente viene desempeñando Nieto Serpa, ex candidato al Congreso por Unión Por el Perú (el mismo partido que dio cabida a Rivera) y fallido postulante a diversas plazas en el Estado cada vez que lo intenta por méritos propios, como publicó Sudor hace algunas semanas.
En este reportaje contaremos cuál es el verdadero poder detrás del trono en el IPD y el ambiente que realmente se vive en las entrañas del Estadio Nacional, más allá del operativo de prensa desplegado por la oficina de comunicaciones del IPD que ha convertido los boletines oficiales y las publicaciones institucionales en redes sociales en un culto a la imagen de Rivera.
EL PRESIDENTE ENCUBIERTO
En poco más de un mes al frente de la gerencia general, Nieto Serpa ha logrado tomar el control de la alta dirección del IPD. Fuentes consultadas aseguran que las limitaciones de Rivera en temas sensibles como gestión pública y manejo del sistema deportivo han propiciado que el gerente sea, en la mayoría de casos, el verdadero interlocutor de las autoridades que visitan las oficinas del IPD con algún pedido de carácter técnico.
Por supuesto, es comprensible que el presidente del IPD cuente con un equipo de asesores y funcionarios de confianza. El problema es que Nieto Serpa, en la práctica, es el que lleva el manejo de la presidencia. Por eso no sorprende verlo presente en las sesiones del consejo directivo del IPD, y que sea la voz autorizada para responder a las consultas planteadas a Rivera sobre su gestión. “Por favor, señor gerente, ¿puede responder?”, es uno de los comentarios más frecuentes realizados por el ‘Coyote’.
“No sabe nada. Es un títere”, comenta una de nuestras fuentes con acceso al despacho presidencial. “Rivera está aprendiendo en el camino”, añade. Y por eso la comparación con Pedro Castillo, el responsable de que Rivera dirija el IPD, es inevitable. Ambos ostentan el título de presidentes, con un fuerte poder simbólico vinculado a lo popular, pero con evidentes carencias para desempeñar una función pública eficiente. “Es su reflejo. Tal cual”, asegura otra de las fuentes al interior del IPD consultadas para este reportaje.
MÁS CAMBIOS A LA MEDIDA
La débil figura de Rivera ha permitido que Nieto Serpa se consolide como el poder en la sombra. Y lo ha hecho posible a partir de la llegada de nuevos funcionarios avalados por Mario Carhuapoma. El portal Sudaca advirtió sobre la política de reciclaje de funcionarios de EsSalud dentro del IPD. Tras el arribo de Nieto Serpa, el nombramiento de Boris León Elguera, extrabajador de EsSalud, como jefe de la Oficina General de Administración, generó más murmullos en los pasillos del Estadio Nacional.
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El malestar era de esperarse. León Elguera llegó para reemplazar a la destituida Rosario Shinki Higa, una funcionaria de carrera con más de cuatro años de experiencia en el IPD. Pero su salida no ha sido la única. El pasado 22 de febrero, Ricardo Cárdenas Lavagge presentó su renuncia como Jefe de la Oficina de Presupuesto y Planificación. Si bien su salida responde a motivos estrictamente personales, esto fue aprovechado por Nieto Serpa para incorporar a otra leal exfuncionaria de EsSalud: Fanny Yiset Grey Meléndez, quien tuvo que salir de esa entidad luego de que el Órgano de Control Institucional evidenciara que, como otros nueve funcionarios nombrados por Carhuapoma, incumplía con los requerimientos para ser contratada, según reportó El Foco.
La llegada de Grey Meléndez se hizo oficial el pasado 25 de febrero con la rúbrica del ‘Coyote’ Rivera. Pero no será la única incorporación forzada que se dará por estos días luego de la intempestiva renuncia del Gianni Delucchi, Director Nacional de Deporte Afiliado (Dinadaf), uno de los puestos más importantes en el organigrama del IPD. Las razones de su salida, oficializada el 22 de febrero, aún se desconocen. Delucchi prefirió abstenerse de dar declaraciones, al igual que Rosario Shinki. No obstante, fuentes informadas de lo que ocurre al interior del IPD señalan un cortocircuito entre Nieto Serpa y los exfuncionarios debido al carácter populista de las decisiones asumidas por la nueva gestión.
UN ‘COYOTE’ A LA DEFENSIVA
La semana que pasó fue particularmente atareada para el ‘Coyote’ y su gerente. El informe de orientación de oficio, emitido por la Contraloría General de la República el pasado 17 de febrero, evidenció “una situación adversa” en la documentación presentada por Rivera para asumir el cargo de presidente del IPD. Y es que el hermano mayor de Paolo Guerrero quiso acreditar nueve años como fundador y director deportivo de la Escuela de Fútbol Coyote Rivera con “una constancia que contiene información inexacta, lo que afectaría la transparencia y la correcta e idónea designación”, según el ente de control.
Rivera estaba al tanto del informe desde el jueves 17 de febrero, pero el escándalo recién se hizo público el domingo 20 luego de un reportaje de Panorama. Una vez cumplidos los diez días, desde que el Órgano de Control Institucional del Ministerio de Educación emitió el informe de orientación de oficio N° 007-2022, Rivera tendría que haber subsanado las observaciones con nuevos documentos a más tardar este jueves 3 de marzo. Desde el despacho de Clara Mucha, Jefa del Órgano de Control Institucional del Minedu, se nos comunicó que recién se informará sobre el caso cumplidos los diez días. El ministro de Educación, Rosendo Serna, por ahora, sigue respaldando al ‘Coyote’.
La continuidad de Rivera, sin embargo, no está del todo garantizada. Su designación, contrario a lo que esperaba el gobierno, ha significado un nuevo flanco para las críticas. Y el último remezón mediático se ha dejado sentir. Por ejemplo, la ceremonia de entrega de los laureles deportivos a las paratletas Giuliana Poveda y Angélica Espinoza, prevista para la semana pasada, tuvo que cancelarse. Nieto Serpa y Rivera acudieron el pasado lunes 21 al despacho de Beder Camacho, secretario general de Palacio, para tocar este tema, pero, además, para buscar una salida a la delicada situación del ‘Coyote’.
En los últimos días, Rivera ha optado por alejarse de las reuniones más vinculadas a la gestión institucional y lucirse activo en espacios deportivos. El 25 de febrero no acudió a la sesión del consejo directivo del IPD y tampoco estuvo presente en ninguna de las tres jornadas académicas de Victoria, la novedosa plataforma sobre información académica del deporte y la actividad física. El ‘Coyote’ prefirió acudir a la inauguración de un torneo de fútbol ciego en Chorrillos y luego ir a observar el partido entre Cristal y UTC en el estadio Alberto Gallardo junto a su amigo Michael Ovalle, un asiduo visitante al IPD.
Como muestra el reporte de visitas, a diferencia de autoridades, dirigentes y deportistas, Ovalle puede pasar largas horas en el Estadio Nacional. Pero no solo eso. Según fuentes del IPD, lo registrado no coincide con la realidad. “Se le ve seguido en la oficina del ‘Coyote’”, aseguran. ¿Pero a qué se deben las frecuentes visitas del cómico? “Julio es mi amigo personal desde hace muchísimos años. Las veces que hemos ido a visitarlo ha sido a su juramentación y a una reunión con sus amigos”, dijo Ovalle, consultado por Sudor.
Los registros, sin embargo, muestran que el comediante ha acudido cinco veces a visitar a Rivera, y que en dos de ellas estuvo por más de diez horas (incluido el día que Perú jugó ante Ecuador en el Nacional por las eliminatorias). “He ido un par de veces. Otras visitas que haya hecho no sé por qué las han registrado si lo he esperado afuera. Hemos ido a almorzar; pero dentro, para algún tipo de reunión, no he tenido ninguna visita. He tenido que esperarlo para almorzar fuera del horario de trabajo porque no tiene horario de entrada y de salida”, explicó Ovalle, quien remarcó que las visitas responden a “un tema amical”. “En lo laboral yo no tengo nada que ver. Yo trabajo en otras cosas”, agregó.
Según se pudo verificar, el comediante no ha ofrecido servicio alguno al IPD ni ha ganado, hasta ahora, ningún proceso de selección o adjudicación. Entonces, al tratarse de solo visitas amicales, como asegura, una pregunta se cae de madura: ¿es el despacho presidencial del IPD el espacio para permanentes visitas de esta naturaleza?
Según Ovalle, amigo de Rivera desde hace más de veinte años, las críticas al ‘Coyote’ son injustificadas. “A julio lo quieren, por un lado o por otro, fregar, incomodar. Ya sabemos, porque no es nada oculto, que lo están molestando por el tema de su CV. Es por eso que yo [aclaro] que porque él tenga un cargo importante sea en el IPD o en otro lado [no] quiere decir que dejemos de ser amigos o frecuentarnos. Pueden decir un montón de cosas, pero la realidad es otra”, aseguró el cómico.
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Para funcionarios que prefieren mantenerse en el anonimato, estas visitas no son más que una demostración del manejo informal e improvisado que se ha instaurado en el IPD, y que intenta ser maquillado gracias a un aparato de prensa muy activo. Solo basta revisar las más de 12 ‘noticias’ publicadas en las últimas tres semanas en el portal del IPD con Rivera como personaje principal, pese a que, según su gestión, son los deportistas los verdaderos protagonistas. “Los trabajadores están incómodos”, asegura una de nuestras fuentes.
La falta de liderazgo de Rivera podría hacerle perder el puesto en los próximos días. Al interior de la alta dirección del Ministerio de Educación, el respaldo a su continuidad está dividido. Pero una de las consignas desde Palacio deberá cumplirse a rajatabla: el próximo presidente del IPD deberá mantener en el cargo a Nieto Serpa, el verdadero hombre orquesta. Tal como advierten las fuentes consultadas, su principal misión era copar el IPD con funcionarios obsecuentes, y, a juzgar por las evidencias, lo está logrando. ~