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La revolución de las íntimas

Este año, el equipo femenino de Alianza Lima hizo historia al obtener el título de la Liga FPF y avanzar hasta los cuartos de final de la Copa Libertadores. La periodista Mariafe Serra explica las razones por las que el del club de La Victoria ha marcado un antes y un después en el balompié nacional y plantea los pasos para seguir avanzando.

El domingo pasado ocurrió un hecho insólito. Alianza Lima se convirtió en el primer club peruano en campeonar en el torneo de fútbol femenino y masculino durante el mismo año. De hecho, fue la primera vez que las íntimas alzaban la copa, logro que –como consecuencia de una adecuada gestión integral– coincidió con el título veinticuatro de sus pares masculinos. Nos podemos preguntar por qué tanta diferencia de títulos entre las divisiones de una misma institución y las respuestas son dos.

La primera es que el torneo de fútbol femenino se empezó a disputar en la década de los noventa, mientras que el masculino en 1912. Cerca de ochenta años de diferencia que explican la gran diferencia en títulos. La segunda es que el club de La Victoria recién empezó a potenciar su equipo femenino en el 2019. Sin embargo, la gestión ha sido tan buena que en tan solo un par de años de proceso jugaron dos finales seguidas, se convirtieron en campeonas nacionales, fueron el primer cuadro nacional en pasar la fase de grupos de la Copa Libertadores Femenina, marcando un antes y un después para el fútbol femenino peruano. ¿Cuáles fueron las claves para lograrlo? Sudor las expone en este informe.

UN PLANTEL REFORZADO

El primer paso fue reestructurar el plantel. Si bien se iba a mantener a gran parte de las jugadoras, se separó a aquellas que no pudieran estar centradas y comprometidas con las exigencias que se tendrían desde el 2020. ¿Pero cómo exigirles a las jugadoras compromiso total si es que muchas tienen responsabilidades paralelas como estudiar y trabajar en otros espacios?

Evidentemente, si se va a exigir ese compromiso, se debían brindar condiciones que lo permitan. ¿Sabemos cuánto gana una futbolista en nuestro país? La respuesta va desde no ganar nada (o pagar por jugar) hasta recibir un sueldo de aproximadamente 2.500 soles. Uno de los esfuerzos de Alianza estuvo en brindar salarios dignos dentro del presupuesto que se podía manejar.

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Entonces, empezaron a despedirse de algunas jugadoras y llegaron los fichajes.  El equipo tuvo dos importantes momentos en los que se reforzó. El primero fue antes del inicio de la temporada. De hecho, muchas de las jugadoras nuevas llegaron con miras a la Liga Femenina FPF del 2020 que nunca se jugó. Entre ellas, Cindy Novoa, que fue la gran estrella del torneo en el 2019; Miryam Tristán, capitana de la selección peruana; Sandy Dorador, delantera de Sporting Cristal; y Adriana Lúcar, proveniente de Sporting Cristal y actual goleadora del torneo.

Esta nueva etapa de Alianza se anunció con un Rap cantado por Gilow que llevaba el título de “Victoria y Gloria”: “Yo vivo la pasión del fútbol desde muy chica, jugando ahí en pista y eso a mí me identifica. Y, aunque muchos no lo puedan ver normal, soy mujer y amo el fútbol. Dime, ¿Acaso eso está mal?”, inicia la letra. El video se viralizó y llegó a ser compartido por Hope Solo, ex portera de la selección de Estados Unidos, una ex campeona mundial y una de las futbolistas más famosas del mundo. Hizo ruido. Los que mirábamos de afuera nos preguntábamos qué se cocinaba con tantos fichajes estrella y un lanzamiento como ese. ¿Cuál fue el siguiente paso? Entrenamientos diarios, nutricionista, fisioterapeutas, preparador físico. Aunque parezca mentira, no todos los clubes de fútbol femenino le dan esto a sus jugadoras.

REFUERZOS EXTRANJEROS

Alianza campeonó en la Liga 2021 y clasificó a la Copa Libertadores Femenina. Ahora el reto era mayor. Un equipo peruano nunca había pasado de la fase grupos. Y, lo común en dichas participaciones era sufrir goleadas. ¿Qué se hizo para llegar en un nivel competitivo? Se trajeron refuerzos del extranjero. Llegaron jugadoras colombianas del América de Cali como Fabiana Yantén, Diana Ospina, Wendy Candelo y Sara Martines. Casi todas integrantes de su selección. Nombres y apellidos que quedarán en la historia de Alianza Lima.

Este año, Alianza Lima se coronó campeón de la Liga Femenina FPF. Es la primera vez que obtiene dicho galardón. PRENSA FPFP.

La llegada de dichas jugadores no estuvo exenta de dificultades. Al ser profesionales que jugaban en una liga desarrollada como la colombiana, surgía la pregunta de cómo iban a ser prestadas a un equipo de una liga amateur como la nuestra. Por suerte, los temas legales pudieron ser resueltos y las futbolistas se pudieron integrar al plantel. Sin embargo, dicha experiencia deja en claro la importancia de que se profesionalice la liga local.

Para incorporar a las jugadoras al plantel se realizaron partidos amistosos contra la selección peruana de fútbol femenino y contra divisiones menores del club AELU. ¿Adivinen quién ganó los amistosos? Sí, Alianza. Las refuerzos encajaron perfectamente con el plantel y se alistaron para viajar a Paraguay, donde se disputaría la Libertadores.

COPA LIBERTADORES

Vaya suerte de Alianza Lima que le tocó en el grupo del Deportivo Cali, equipo colombiano bastante fuerte; y la U de Chile, quien era el favorito del grupo. Parecía que el destino no quería que el club de La Victoria pasara de fase. La historia, finalmente, fue otra. El primer partido lo perdió 2-0 contra el equipo colombiano. Pero la sensación de la derrota, para los que vimos el partido, no fue realmente negativa. Alianza había jugado muy bien, no se notaba una diferencia sustancial de nivel. Los goles fueron por errores muy puntuales. El rendimiento fue esperanzador, pero, el problema, era que el siguiente partido era contra el favorito del grupo.

Y se dio la sorpresa. Alianza le ganó 1-0 a la U de Chile con gol de Adriana Lucar. Increíble, literalmente. No lo podía creer. Hace bastante que no me emocionaba tanto una victoria peruana. Hay muchísimas individualidades por destacar en este partido, pero quisiera enfatizar en Sandy Dorador. En la derrota contra Cali tuvo un muy mal partido, pero contra el club chileno su nivel fue extraordinario. A partir de aquí, y en los dos partidos que quedaron, Dorador estuvo intratable. En lo personal, creo que fue la gran figura del equipo en esta copa.

El tercer partido fue contra Real Tomayapo, equipo boliviano. Las blanquiazules golearon 5-0. Sentí empatía por las altiplánicas, porque esa había sido la posición de nuestros equipos hasta el año pasado, los goleados, los que no sabían que hacer en la cancha para hacerle frente al rival. Pero, al mismo tiempo, fue una satisfacción enorme la de ver que, por primera vez, eramos el verdugo. No pensé que lo vería, al menos no tan pronto.

Y así, clasificaron a los cuartos de final. ¡Por primera vez en la historia un equipo peruano clasificaba! Y, nuevamente, la suerte no tan a favor, nos tocó enfrentarnos a Corinthians, quien finalmente, fue el campeón de la Copa. Perdimos por 3-1. Ahí terminó el sueño, pero dejó la pista armada para poder seguir soñando.

NOMBRES QUE DESTACAN

Si bien el trabajo y el logro es de todas las personas involucradas –las jugadoras, el comando técnico, el área administrativa, los dirigentes que dan el apoyo, entre otras– es importante visibilizar algunos personajes clave que hicieron esto posible.

Empecemos por Sisy Quiróz, jefa del fútbol femenino en Alianza Lima, quien empezó este proyecto desde los primeros fichajes nacionales de los que hablamos, la estrategia de lanzamiento con el video musical, negociar las condiciones dignas para las jugadoras, y otros esfuerzos que impulsaron el inicio de un proyecto sólido. Al día de hoy, continúa a la cabeza del área de fútbol femenino que ya le dio un título de Liga y un logro internacional histórico a la institución. Primeras temporadas prometedoras que parecen ser solo el inicio de algo mucho mayor.

Por el lado de la cancha, podríamos dedicarle un apartado a cada una de las jugadoras. Lucar con el primer gol, Sandy con sus buenas actuaciones y su golazo a Corinthians, Tristán siempre clave en el equipo, la buena actuación de Maryory Sánchez en el arco, el debut con gol de Anaís Vilca, y podemos seguir y seguir, pero a la jugadora a la que me gustaría dedicar un párrafo aparte por su labor dentro y fuera de la cancha es a Alison Reyes Altamirano.

La capitana, lleva tatuado el escudo de Alianza en la pierna y ha sabido guiar al equipo en la cancha y en el camerino. Ha sabido gestionar discusiones internas en el plantel, gestionar personalidades, saber ser autoridad para todas desde las más jóvenes hasta las mayores y más reconocidas. Es una garantía para la defensa de Alianza, pero, su garantía más grande ha sido su liderazgo. Como todo equipo que consigue grandes logros, tiene a la cabeza una capitán que sabe guiar a su equipo.

UN ANTES Y UN DESPUÉS

Aquí nos toca aterrizar.  La actuación en la Copa Libertadores marca un precedente.  Fue una decisión clave y acertada la de traer refuerzos, pero los resultados conseguidos son momentáneos y no necesariamente sostenibles en el tiempo. Las cuatro jugadoras regresaron al América de Cali y Alianza Lima volvió a ser su versión anterior. La de un equipo que campeona en la liga local, que juega excelente, pero que no tiene el plantel necesario para una Libertadores.

Con miras el futuro, la respuesta no debe ser traer jugadoras solo para la competición, que consigan un buen resultado y luego vuelvan a una liga más competitiva. En esta ocasión, fue lo adecuado, pero no debería seguir siendo la solución. Lo sostenible en el tiempo es mejorar de raíz y no andar parchando las deficiencias.

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¿Y cómo se consigue eso? Hay que entender que es un círculo (esperemos que virtuoso y no vicioso). Si los clubes invierten en mejorar su producto, se volverá atractivo y empezará a ser consumido. Los inversionistas apostarán por el equipo porque ven que es bueno y el club tendrá más dinero para reforzarlo. La mejora dependerá de la formación de buenas divisiones de menores que nutran al primero equipo, en la contratación de extranjeras que puedan permanecer en el club toda una temporada. Ese será la ruta para la profesionalización.

Alianza va por buen camino. Está armando divisiones formativas con proyecciones a futuro, ha conseguido patrocinadores que hacen viable darles mejores condiciones a las jugadoras. Más allá de ingresos monetarios al club, por ejemplo, Nike dio chimpunes profesionales a todas las integrantes del plantel.

El resultado en un tiempo no muy lejano debería ser brindar a todas las futbolistas un sueldo que les permita dedicarse por completo al fútbol, darles las condiciones, infraestructura e indumentaria necesaria para su correcto desarrollo deportivo y tener jugadoras con una formación integral desde edades tempranas. Los logros obtenidos este año deberían ser el comienzo de la ansiada ruta de la profesionalización.


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