Algunos deciden gritar los goles y mirar para otro lado cuando se tratan “temas personales”, así sean denuncias por violencia. María José Castro Bernardini explora todos los ángulos del caso Andy Polo, quien fue denunciado por su expareja y perdió su contrato en la MLS. ¿Hasta qué punto importa más lo que pasa durante 90 minutos que los actos que pueden marcar varias vidas?
Hace una semana volvimos a ser testigos de una historia de violencia. Escuchamos nuevamente a una mujer contar con los ojos llorosos cómo se le había violentado física, psicológica y económicamente. Una vez más, una historia de violencia de género perpetrada por un deportista peruano, un futbolista, un seleccionado, un exmundialista de Rusia, una joven promesa que jugaba en el extranjero. Esta vez, el victimario es Andy Polo, pero él no ha sido el único señalado y lo peor es que probablemente tampoco sea el último. En esta nota, exploraremos junto a la voz de tres expertas, en la violencia, en la construcción de nuestros ídolos y en lo que significa una denuncia como esta.
¿Cuál es la sanción que debería darse?, ¿sería suficiente con que Gareca no lo convoque?, ¿por qué se repiten una y otra vez estas acusaciones?, ¿se trata de un tema privado como mencionó algún ministro?
ÍDOLOS DE BARRO
Pese a que muchas veces se critica el trabajo de Magaly Medina, no se puede negar que en esta y en ocasiones anteriores nos ha hecho ver una cara del fútbol que preferimos ocultar. La lista de deportistas denunciados no es corta. A Reimond Manco se le recuerda por su vida vinculada al alcohol y la farándula o el “tócame que soy realidad”, pero Fiorella Alzamora reveló la situación que vivió junto a él. “Me golpeaba, el tipo estaba loco, me tiraba cualquier cosa que tuviera a la mano. Estos momentos nunca se los conté ni a mi propia familia. No lo puedo superar, es una cosa que ha marcado mi vida. Yo soportaba porque pensaba que iba a cambiar” según recuerda una nota de América TV.
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El caso de Yordy Reyna quedó en el olvido para muchos, pero Daniella Fernández, conductora de Movistar Deportes, nos lo recordó muy claramente desde su cuenta de Twitter. “Indignación total por lo de Andy Polo y debe cumplirse la ley. Así como no debe ser convocado más (a la selección peruana). Esto me hace acordar al caso Yordy Reyna y la menor de edad que falleció en un departamento”. George Forsyth, ahora político y antes arquero también fue parte de la “mismocracia” denunciada y pese a que las denuncias no prosperaron, su exesposa, Vanessa Terkes, acusó al exalcalde La Victoria de violencia psicológica.
Y claro, las estrellas también se oscurecen, aunque intentemos negar lo evidente. Si bien hoy en día, Jefferson Farfán tiene una buena relación con su hija mayor, esto no siempre fue así pues se tuvo que seguir un proceso legal bastante complicado que llevara a su reconocimiento y en este proceso la Foquita se expresó de una manera denigrante de la madre de su primogénita. Así también, su íntimo amigo que inspiró otra película, ha tenido cuestionables posturas con respecto al trabajo de su pareja Alondra García Miró. Paolo Guerrero no soportaría ver que su novia tenga escenas románticas en su trabajo como actriz como mencionó en un vivo con Farfán. “Si fuera en mi año, me hubiese molestado. No estaría con ella. Yo no podría soportar, obviamente, macho que se respeta. Si fuera un papel donde no haya ese tipo de cosas, no me molestaría. Estoy siendo transparente” frente a ello, la modelo peruana planteó: “No haría escenas de besos, priorizaré mi relación sobre todas las cosas”.
Esta problemática no solo afecta a nuestro país, recordamos la conocida separación de Mason Greenwood del Manchester United al ser acusado de violencia de género y agresión sexual por su exnovia Harriet Robson. En Argentina, por ejemplo, “en los últimos dos años se cuentan al menos 10 casos de jugadores del fútbol argentino con denuncias por violencia de género”, según refiere el medio Río Negro. Y ocurre lo que mencionó Leonardo Di Lorenzo, exjugador del San Lorenzo, Montreal Impact de Canadá y Temperley al retirarse del deporte. “Hoy te da positivo un control porque te fumaste un porro un fin de semana y no conseguís club, pero cagaste a palos a tu señora y le bajaste tres dientes, y te mandan a tu casa un mes, te guardan un poco y podés volver a jugar. Es un ambiente muy machista y muy conservador. Tenemos que cambiarlo”.
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Los casos son diversos, abundantes, dolorosos, pero todos enmarcados en el machismo. Frente a ellos nos preguntamos: ¿es tan fuerte nuestra necesidad de tener ídolos?, ¿por qué seguimos olvidando y escuchando nuevas denuncias como si se tratara de una ficción que no nos toca? Para entender un poco el tema, nos acercamos a Roxanna Morote, docente de Psicología de la PUCP e investigadora en temas de género y salud mental de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. Para ella, “el ser humano siempre ha necesitado construir ídolos. Normalmente hemos entendido a los ídolos como las divinidades, pero hoy en día tenemos claro que las divinidades, las personas y los objetos son construidos como ídolos en la sociedad y reciben un amor exaltado, la admiración, la idealización. Esos ídolos son una necesidad humana, por eso se les rastrea en lo divino. Pero, si dejamos lo divino y pensamos en lo socialmente construido tienen otras funciones y otras características”.
¿Cuál sería entonces el encargo de nuestros ídolos deportivos?, ¿por qué les perdonamos todo?. “La función de los ídolos deportivos, en el fútbol en una sociedad como la peruana tiene un significado muy particular. Creo que es muy fácil decir que el ídolo futbolístico es la idealización que representa muchas cosas a niveles personales y sociales como el éxito, el dinero, la superación, las historias de triunfo individual y personal, la belleza, la fuerza, el poder”.
Además, para Morote, hay un tema central: “Para el peruano de hoy en día tiene que ver con una desesperada necesidad de construir identidad. Lamentablemente en las últimas décadas, estamos presenciando, viviendo, profundizando una especie de fragmentación en la sociedad en la que nada nos une y básicamente nos destruimos unos a otros. ¿Cómo puede entonces esa entidad que se autodestruye y se boicotea a niveles económicos, políticos y sociales existir si no tiene una identidad o algo que lo una y le dé sentido o coherencia a su existencia? Creo que lo único que le ha quedado ha sido el fútbol. Entonces tiene un peso y un valor exacerbado, el fútbol como actividad y los futbolistas como personificaciones de esa necesidad tan grande de construir identidad social y cultural contra la autodestrucción en la que vivimos”.
EL LADO MÁS VIOLENTO DE POLO
La semana pasada, Génessis Alarcón, expareja de Andy Polo fue clara al denunciar desde la pantalla de MagalyTV. Lo hizo con palabras: “me jaloneó, me jaló el cabello, me caí al piso, me metió un cachetadón y me puso todo el ojo morado” y también con audios en lo que se escucha claramente la escena de violencia que vivió en presencia de sus hijos.
El caso ha sido un escándalo, hoy se conoce a detalle, pero sería interesante profundizar en él porque lo vivido por Génessis es la realidad de muchas mujeres. En su relato están presentes los diversos aspectos de la violencia de género, como ya se ha mencionado se le ha violentado físicamente. Pero el plano económico también es importante de mencionar pues es una forma cotidiana de ejercer poder sobre la pareja. Alarcón mencionó que cuando vivían en EEUU ella no manejaba dinero, “él era el que gastaba y pagaba. Cuándo él no podía mandaba a un amigo y yo tenía que hacer mis compras con el amigo. Solamente porque yo ayudaba a mi mamá y él no quería que yo la ayude”.
Además, desde hace semanas no se haría cargo de los gastos de sus hijos. El aspecto psicológico también fue vulnerado. “Me menospreció como mujer diciendo que nadie se iba a fijar en mí, que nadie me iba a tomar importancia, que por qué no puedo tener más hijos” planteó la denunciante ante el programa de Medina.
El exjugador de la U y del Monarcas Morelia llegó a Oregon para jugar en el Portland Timbers. En algunas notas periodísticas encontramos que estaba valorizado en dos millones de euros o que su sueldo ascendía a 50 mil dólares mensuales. Tanto en las redes, como en los medios, podemos encontrar los carros, viajes, casas, maletas, relojes y muchos datos vinculados al valor económico de un futbolista. Incluso, luego de la denuncia algunas preguntas se enfocaban en cuánto perdería Polo por este escándalo. ¿Qué perdería el victimario y no la víctima de la violencia?, ¿podríamos hacernos preguntas de mayor relevancia para la sociedad?, ¿cuáles son los derechos que habría vulnerado Polo al violentar a Génessis Alarcón?
Ángela Acevedo, Directora Ejecutiva del Programa Nacional Aurora, nos ayudó a acercarnos al tema desde lo legal. “Este tipo de violencia constituye una flagrante transgresión de los principios consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos (DDHH). La violencia contra las mujeres es una violación del derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona; del derecho a no ser sometida a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes; de la igualdad ante la ley y el derecho a igual protección de la ley; del derecho a recurrir a un tribunal imparcial; del derecho a circular libremente, y de la libertad de reunión y asociación.
Asimismo, se ha comenzado a reconocer que la violencia de género constituye una violación del derecho a la identidad, puesto que refuerza y reproduce la subordinación de la mujer al varón, así́ como la distorsión del ser humano; del derecho al afecto, debido a que la violencia es la antítesis de toda manifestación de esa índole; del derecho a la paz y a relaciones personales enriquecedoras, ya que es una forma negativa de resolución de conflictos; del derecho al desarrollo personal, puesto que las víctimas sufren una parálisis psicológica que les impide desarrollar su potencial creativo; del derecho a la participación social y política, debido a que coarta la realización de actividades extradomésticas (con excepción de las mínimas relacionadas con los roles tradicionales), como la participación en organizaciones, grupos o reuniones; del derecho a la libertad de expresión, y del derecho a una salud física y mental óptima”. Frente a esta vulneración, ¿será pertinente preguntar frívola y fríamente cuánto dinero podría perder Polo por el escándalo?
No podemos dejar de mencionar que en nuestro país se reciben miles de denuncias anualmente. En el 2020, el 27.1% de las mujeres peruanas respondía que había sufrido violencia alguna vez por parte del esposo o compañero, es decir 1 de cada 4. Según el INEI, en el 2015 se recibieron 67006 denuncias de violencia familiar por agresión física, en el 2018 subieron a 111428 y en el 2020 pese a la estricta cuarentena la cifra fue 97088. Pensemos que se trata de personas que han sido violentadas, golpeadas, agredidas, abusadas y muchas de ellas son asesinadas por sus parejas. Los números de feminicidio son escalofriantes pues en el 2020 se reportaron 132 muertes y en el 2021, 147. Mujeres maltratadas, asesinadas, muertas.
CANTAMOS SIN MIEDO, PEDIMOS JUSTICIA
El futbolista peruano emitió un comunicado a través de su cuenta de Instagram en el que afirma ser inocente frente a esta denuncia y que obedecería “a una estrategia de la madre de mis menores hijos para exigir el 60% de los ingresos que percibo como jugador de fútbol en los Estados Unidos de América. Es importante resaltar que el programa de espectáculos no ha tratado de comunicarse con mi persona, a efectos de, como mínimo, corroborar los hechos preguntándome sobre mi versión, afectando irreparablemente mi imagen y nombre”.
Pese a las dudas que pueda generar la versión de Polo, es importante mencionar que recibió un “Me gusta” por parte de Miguel Trauco, Yoshimar Yotun, Jefferson Farfán, entre otros. ¿Qué es lo que les gusta?, ¿se trata de un respaldo virtual?, ¿será que no creen en la denuncia aunque haya audios que la comprueben?, ¿o es parte de este código futbolístico de que siempre hay que protegerse entre ellos?
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Y claro, si bien, el contrato del denunciado fue rescindido públicamente, Génessis afirma que el club conocía de la situación desde mayo del 2021 donde luego de una escena de violencia tuvo que pedir auxilio al 911. “Quería quitarme el celular. Tenía que darle toda la ropa que me compró, las zapatillas, todo. No le importó que estuvieran sus hijos ahí. Me jaló el cabello, me caí al piso y todo delante de mis hijos”. En esa ocasión habrían acudido las autoridades y miembros del equipo.
Esto es confirmado en el comunicado del Club. “Los Timbers sabían previamente de una disputa entre Andy Polo y su pareja el 23 de mayo de 2021, que resultó en que la Oficina del Sheriff del Condado de Washington citara a Polo por acoso. Esa citación no fue seguida posteriormente por la víctima ni por la fiscalía (…) Lamentamos profundamente no haber suspendido a Polo de inmediato, especialmente considerando los preocupantes nuevos detalles de abuso que surgieron esta semana. Fue un fracaso de nuestra parte, y uno que nunca volverá a suceder”, según relata un artículo de Infobae. ¿Cómo explicaría Polo este comunicado?, ¿cómo entendería su despido si todo es falso?, ¿sabría la FPF del caso?
Para Roxanna Morote, las acciones del club estadounidense nos podrían generar preguntas “¿y ahora qué hacemos?, ¿se esperaría que sancionemos con la misma severidad el comportamiento de este personaje público? El problema es que para los estadounidenses no se trata de ningún símbolo de nada, entonces ejecutan lo que en su contexto se tiene que hacer es deshacerse de un personaje públicamente controversial”, probablemente para evitar consecuencias legales o económicas para el club por parte de la familia afectada.
“No es necesariamente que sea una superioridad moral o que estén en otro nivel del desarrollo del enfrentamiento contra la violencia de género sino que tienen otros contextos en los que ese tipo de respuesta es la esperada, viable y necesaria. Además, porque han vivido un #metoo diferente al vivido aquí y porque en el Perú el fútbol y esos ídolos tienen otros significados que no estamos dispuestos a poner sobre la protección a la vida, a la integridad de las mujeres y de los niños”, añade.
Si volvemos la mirada a nuestro país, la violencia está impregnada en diversos ámbitos y por ello, como afirma Gabriela Adrianzen, historiadora experta en temas de género “la violencia de género supone un reto muy grande porque es un tema social de una complejidad importante donde entran a tallar cuestiones culturales, estereotipos de género, la manera como se vive la masculinidad de parte de los hombres, el patriarcado y estas premisas que se ven a acerca del comportamiento que debe tener una mujer y cómo la propia masculinidad se define en el comportamiento de pareja”.
En esta línea enfatiza Acevedo “las cifras de violencia hacia mujeres en nuestro país son absolutamente alarmantes. La violencia es una cadena, no solamente afecta a la persona que la sufre sino a todo su entorno y eso genera una serie de conflictos y problemas que te afectan como persona. Además, no se puede construir una democracia sobre la base de acciones de violencia”, ¿qué se puede hacer en casos como el de Polo?, ¿qué sanciones podrían esperarse?
Muchas veces se plantea que cada vez hay más violencia de género, pero quizás lo que hay es más mujeres se atreven a denunciar. La exposición pública no es una tarea sencilla y menos si lo hace una mujer que alerta sobre el daño que le propinó su pareja. Las denuncias de figuras públicas tienen muchos riesgos, entre ellos que el tema sea tocado de manera superficial, farandulera o que se revictimice contando una y otra vez el horror.
Para Gabriela Adrianzen, pese a las dificultades la denuncia a un personaje conocido “ayuda a darle visibilidad al problema. Hablar de un caso de alguien conocido permite entender que ejercer la violencia tiene consecuencias, obviamente penales, pero también sociales en este caso, por ejemplo, el despido o el señalamiento de las personas violentas porque lastimosamente ante falta de justicia ese señalamiento y esa denuncia pública buscan cumplir ese rol de generar alguna situación de justicia en las víctimas”, ese yo te creo, estoy contigo, también repudiamos la violencia y comprendemos tu dolor puede ser un tipo de justicia.
Para la Directora Ejecutiva del Programa Nacional Aurora, el tema violencia es un problema público. “En el caso de este futbolista, más allá de las acciones judiciales que se puedan tomar contra él, lo cierto es que también una acción social genera un referente político. Ayuda a que uno reflexione porque eso es lo que se busca, cuestionar, que haya gente que no tiene idea vea y diga ¿qué ha pasado y por qué se está tomando estas acciones?”. El espacio educativo también debería vincularse a la problemática afirma Adrianzen. “Tener educación sexual integral y educación en afectividad, cómo vivir las relaciones”, pero sin dejar de lado lo legal: “por supuesto tiene que haber sanción porque la impunidad también es una forma de fomentar la violencia”.
Aunque no quisiéramos escribir esto, parece una utopía pensar que la denuncia de Génessis será la última, que nunca más una figura del fútbol manchará la camiseta, que los periodistas deportivos se indignarán más por las mujeres agredidas que por el talento desperdiciado o que no podremos perdonar la agresión así sea de un ídolo porque este pierde su divinidad al volverse un monstruo. Quizás, aunque duela, la realidad sea como nos pintaba Morote. “Es más lo que la sociedad peruana necesita de ellos que lo que ellos necesitan de nosotros, y es ahí cuando les entregamos un poder ilimitado. Entonces ese ídolo puede ser un abusador de mujeres, explotador de lo que sea, un delincuente, puede maltratar a sus hijos, abandonarlos, abortarlos cuando ya están nacidos y crecidos y la respuesta de la sociedad es que no va a poner esa dimensión de la persona en primer nivel porque es una necesidad tener un símbolo de unidad, entonces es mejor tratar de evitar ver el lado negativo y destructivo de esta persona que además representa lo que también somos, una sociedad tremendamente marcada por la violencia de género, por la violencia sexista”, asegura.
Quizás ir a Qatar sea lo más importante y esta nota sea pinchaglobos y muy crítica con las figuras que nos unen, pero ¿no será que nuestros ídolos, convertidos en monstruos, nos desenmascaran haciéndonos ver quiénes somos y qué valoramos?
Si eres víctima de agresión, puedes denunciar en:
Desde el Ministerio de la Mujer, a través del Programa Nacional Aurora
- Centros de Emergencia Mujer – CEM: servicio público especializado y gratuito, de atención integral y multidisciplinaria, para víctimas de violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar. Para procurar la recuperación del daño sufrido, los CEM brindan orientación legal, defensa judicial, consejería psicológica y asistencia social.
- Línea 100: servicio telefónico gratuito de información, orientación, consejería y soporte emocional que te ayudará si has sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, o conoces algún caso de maltrato en tu entorno. Te permite responder interrogantes, aclarar dudas y motivar acciones para solucionar el problema.
- Chat 100: servicio personalizado por internet y en tiempo real. Trabaja con profesionales especializados en información y/u orientación psicológica para identificar situaciones de riesgo de violencia en las relaciones de enamoramiento y/o noviazgo. También, atiende a personas afectadas por violencia familiar y sexual.
- Servicio de Atención Urgente: servicio gratuito y especializado de atención a las víctimas de casos de violencia familiar y sexual, que procura la protección e integridad física, emocional y sexual de la persona afectada.
- El Servicio de Atención Urgente brinda atención eficaz y oportuna a las víctimas con acciones inmediatas, en coordinación con las entidades competentes, desplazando un equipo de profesionales al lugar donde se encuentra la persona afectada.
Desde el Ministerio del Interior, a través de la Policía Nacional del Perú:
- A través de cualquier comisaría, de preferencia del sector en el que vive o donde han ocurrido los hechos. La comisaría recibe las denuncias por violencia familiar y realiza las investigaciones preliminares y las notificaciones correspondientes. Está facultada para allanar el domicilio del agresor en caso de flagrante delito o de muy grave peligro.
Desde el Ministerio Público
- Registro de denuncias por Web: el registro de la denuncia está habilitado las 24 horas de todo el año, pero la recepción y atención será de L-V de 8:00 AM hasta las 4:45 PM.
Desde el Ministerio de Salud
- En cualquier Establecimiento de Salud o Centro de Salud Mental Comunitario.
Desde el Ministerio del Trabajo y Promoción del Empleo
- Atención telefónica: a través de la línea 1819 de lunes a viernes de 8:15 a 17:00 horas se puede reportar cualquier hecho de hostigamiento o acoso sexual.
- Plataformas virtuales del MTPE: se brinda atención de hechos de hostigamiento acoso sexual, a través de la plataforma trabajasinacoso.trabajo.gob.pe