Una de las formaciones clásicas del fútbol es el 4-4-2. Rodney Ballantine hace un repaso por un sistema que le dio el título mundial a Inglaterra y dos Copas de Europa al Milan y cuya vigencia se mantiene hasta hoy
A menudo se reconoce al 4-4-2 como un pilar del juego inglés debido a la gran popularidad que adquirió en la década de los noventa. La marca que ha dejado este sistema sigue teniendo, hasta el día de hoy, una gran relevancia en la forma como juegan los clubes y selecciones inglesas y también ha dejado escuela en otros lugares del mundo.
Vale la pena recordar que el 4-4-2 se popularizó mundialmente en la década del sesenta cuando el entrenador de la selección inglesa Alf Ramsey aplicó el sistema que le había dado resultados años atrás en el Ipswich Town. Dicho sistema dejaba atrás la WM (3-2-2-3) y el 4-2-4 con el objetivo de darle equilibrio al mediocampo. Ramsey lo utilizó por primera vez en los cuartos de final de Inglaterra 66 contra Argentina y le fue tan efectivo que lo mantuvo hasta la final contra Alemania. El resultado: el único título de campeón del mundo que tenemos los creadores del juego. Por ello, dicho sistema se volvió una marca identitaria del fútbol inglés. En la década del noventa, los clubes de la isla lo tenían como dogma.
Con el tiempo, muchos países y ligas del fútbol tienen al 4-4-2 como primera opción. Por ejemplo, podemos mencionar el caso de Suecia, donde todavía es normal ver que la selección lo aplique. Debido a la capacidad del juego conjunto y de reducir espacios entre líneas es difícil que el equipo rival pueda anotarle un gol a sus escuadras. Lo que se busca con este sistema es que el once contrario no pueda jugar por fuera –apoyarse en los espacios medios (half space) del campo– o por dentro –que los centrocampistas mantengan el balón o lo jueguen con los extremos–. Otros ejemplos de aplicación del 4-4-2 como principal sistema son la selección uruguaya de Oscar Tabárez y el exitoso equipo islandés de la Eurocopa del 2016.
Otro caso famoso de aplicación de este sistema fue el legendario Milan del estratega italiano Arrigo Sacchi. A pesar de contar con una cultura y un carácter futbolístico muy diferente al inglés, hizo historia en el continente al ganar dos Copas de Europa consecutivas en 1989 y 1990 con un equipo de ensueño que incluía figuras como los italianos Franco Baresi, Paolo Maldini y los holandeses Frank Rijkaard, Ruud Gullit y Marco Van Basten.
El equipo de Sacchi jugaba un fútbol muy enérgico y expansivo. Este fue un momento interesante en el desarrollo del juego moderno, y del sistema 4-4-2 en particular, ya que contrastaba totalmente con el clásico Catenaccio (1-4-3-2) que era muy utilizado por los clubes italianos en ese momento. Las virtudes de Sacchi como entrenador innovador y con visión de futuro también se puede identificar en la introducción del marcaje zonal en lugar del sistema de defensa de hombre a hombre, que era popular entre muchos equipos en Italia en ese período.
El impacto de Sacchi marcó a sus jugadores, como es el caso de Carlo Ancelotti, que fue parte de ese período de éxito y cuya transición de jugador a entrenador estuvo marcada por la influencia de esa etapa. Ancelotti dirigió al Milan en la primera década del Siglo XXI y tenía marcada preferencia por el sistema 4-4-2. En dicho equipo le hizo un aporte más al sistema, a través de un rombo 4-4-2, en el que hacía uso de más jugadores en el mediocampo como Kaká, Albertini, o Boban, por ejemplo.
Actualmente, uno de los clubes de la Premier League que aplica el 4-4-2 es el Southampton. Aplicando una variante del sistema –el 4-2-2-2– implica que los extremos de ambas bandas pasen de los carriles (outside channel) a los espacios medios (half space) de la cancha. Este movimiento plantea un problema significativo para los defensas laterales, que tienen que seguir al extremo hasta el espacio medio, lo que deja su carril expuesto. Esto también permite realizar mejor la contrapresión (presión alta). Como hay más jugadores en la zona central del campo cuando se pierde la posesión del balón se puede realizar con mayor efectividad la contrapresión.
Como podemos observar, el sistema se ha utilizado muchas veces en todo el mundo. La popularidad del 4-4-2 radica en que muchos entrenadores lo utilizan para acentuar los requisitos técnicos y tácticos de los jugadores, así como sus características individuales adaptándolas a un concepto de equipo. La variante 4-2-2-2 también se puede ver en equipos como el Atlético de Madrid de Simeone, PSV y Red Bull Salzburg. Todo esto demuestra la capacidad del 4-4-2 de poder trascender en el tiempo, por varios países y por diversas culturas futbolísticas.