Newsletter
Síguenos

Recibe las mejores historias del deporte peruano y mundial

Volver a enamorar al hincha

Una encuesta de Ipsos Perú ha revelado una realidad que desafía al sentido común: los peruanos no somos tan futboleros como creíamos. Nuestro columnista Pedro Ortiz Bisso explica que la ausencia de instituciones y la violencia son algunas de las razones que explican el alejamiento de los hinchas de los estadios durante las últimas décadas.

“Es una vergüenza”. Calificativos como este se han leído en redes sociales luego de que se conociera que la campaña Socio Adherente, impulsada por Universitario de Deportes, ha reunido unas cinco mil personas.“¿Acaso no somos la hinchada más grande?”, se preguntan algunos simpatizantes, entre desconcertados y horrorizados, porque la iniciativa lanzada hace quince días no ha sumado las decenas de miles de afiliaciones que imaginaban.

¿Pero había sustento para esperar más? El propio Daniel Amador, gerente de marketing del club, declaró al inicio de la campaña que aguardaban reunir entre cinco mil y ocho mil socios en el primer año de lanzamiento. Aunque las cifras iniciales claramente han superado sus expectativas, hasta el momento la directiva ha preferido seguir de la mano de la cautela. 

Antes de seguir adelante, quisiera detenerme aquí para precisar un punto: la popularidad de Universitario no está en discusión.  No existen argumentos para apuntalar tamaña herejía. Sin embargo, como hincha considero que es el momento de sincerarnos y empezar a reconocer que –más allá de los afectos y las bravatas que solemos lanzar para gritar a medio mundo nuestra pasión– no somos tantos como creemos.

TAMBIÉN LEE: Cuando el corazón vuelve a latir, una crónica sobre el regreso a los estadios

El fondo del asunto se resume en una pregunta: ¿Qué tanto le interesa realmente el fútbol al peruano? Una encuesta nacional urbana de Ipsos Perú –realizada entre el 25 y el 26 de noviembre último– señala que solo el 57% reconoció ser aficionado al fútbol. Sí, solo el 57%. ¿Dónde está la mayoría de futboleros? En el sur (63%), Oriente y Lima (59%). En cuanto a sectores socio económicos y grupos etarios, si bien existe cierta paridad, el grueso se encuentra en el sector C (59%) y entre los mayores de 43 años (60%).

En noviembre pasado, la nueva administración de Universitario lanzó la campaña Socio Adherente. Hasta el momento, solo cinco mil personas se han inscrito. UNIVERSITARIO.

Para el periodista e historiador Jaime Pulgar Vidal, el peruano “es más pichanguero, el fútbol lo usa para divertirse, para apostar”, pero no existe ese sentimiento de pertenencia que ha afianzado el hinchaje en otras partes del mundo. “La ciudad de Buenos Aires -por ejemplo- se construye en torno a barrios, con parques para que la gente se encuentre, juegue, lea, se divierta”, afirma.

Raúl Castro, antropólogo y estudioso de la dinámica de las barras, apunta a otro aspecto poco tomado en cuenta en relación con los clubes de fútbol: el Perú es uno de los países de Latinoamérica donde hay menos confianza en las instituciones. “Así lo señalan algunos sondeos como el Latinobarómetro. Creo que estos resultados podemos extrapolarlos a la confianza que generan las instituciones deportivas”, añade.

TAMBIÉN LEE: Campeones desde el cielo, el memorial de los hinchas aliancistas

Por ello, no es extraño que Universitario nunca haya tenido más de 3.500 o 4.000 socios. En Alianza Lima, el último presidente elegido por sus socios –Guillermo Alarcón, en el 2009– ganó los comicios con apenas 345 votos. ¿Y los peloteros que vemos en las calles, en las canchitas de barrio? ¿Acaso no son una demostración de que respiramos -y vivimos- el fútbol al 100%? Castro explica: “[En el Perú] se vive el fútbol intensamente, se juegan partidos, el problema no es de afición, sino de participación. Probablemente la gente no quiera participar en instituciones deportivas porque no les sirven, son inútiles. O te pueden desacreditar”.

Quienes reclaman una mayor participación en iniciativas como Socio Adherente o Embajadur Crema olvidan que, en los últimos 25 años, clubes como Universitario han hecho todo lo posible para alejar a los hinchas de los estadios. Para ello se han valido de diferentes fórmulas, desde elegir presidentes altamente cuestionados (como el fallecido Alfredo González), creer en pequeños Mesías hechos de papel mojado (como Julio Pacheco), endeudarse hasta límites insospechados o caer en manos de administraciones concursales que manejan la institución como si fuera un botín. Añádanle a ello la cuota de muerte y violencia desplegada por las barras bravas. Y también hay que reconocer que las dirigencias han afrontado el problema de las barras con indisimulable cobardía.

Para borrar tantos años de desconfianza no bastan apelaciones emocionales o un par de banners en las redes sociales. Universitario se encuentra en una etapa de reconstrucción institucional y deportiva que será larga y sumamente compleja, con múltiples enemigos al acecho para aprovechar el mínimo resquicio. No es momento, pues, de exigencias o vituperios, sino de volver a enamorar al hincha, de abrirle las puertas, de mostrarle que existe un deseo sano de hacer de la U una institución sólida y confiable. Si no entendemos esto, poco será lo que realmente podamos avanzar.


Total
0
Shares
1 comment
  1. Excelente análisis sobre la identidad de pertenencia e Hinchaje con nuestras instituciones deportivas en el Perú.

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Publicaciones relacionadas
Leer más

A dos banderas

Vivimos, bailamos cumbia y jugamos al fútbol casi al mismo ritmo que Colombia. Algo mucho más primitivo y poderoso que la cercanía geográfica nos ha hecho celebrar sus goles como propios cuando la escases era nuestra rutina.
Leer más

Succargate challenge

El reciente ‘ampay’ del delantero de Universitario Alexander Succar vuelve a poner en cuestión la disciplina de los futbolistas nacionales. Nuestro columnista Pedro Ortiz Bisso expone los problemas que genera que un deportista profesional no se preocupe por cuidar su físico, incluso en su “día de descanso”.
Total
0
Share