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Acelerar hasta la F1

De iniciar en karts y liderar esas carreras durante su infancia, Matías Zagazeta consiguió dar el salto a la F4 Británica de la FIA en el 2021, en la que obtuvo los mejores resultados de su carrera. La periodista Valeria Vega retrata al mejor piloto nacional de la actualidad y el sueño que ningún otro peruano ha conseguido: llegar a la Fórmula 1.

Maneja un monoplaza que sobrepasa los 200 km/h en las curvas, pero no puede manejar su auto por las calles de Londres o Lima. Matías Zagazeta tiene 18 años, todavía no cuenta con brevete, pero es el actual subcampeón de la Fórmula 4 Británica, ese escalón obligatorio para pensar en la Fórmula 1 (F1), objetivo final de este piloto peruano.

Desde hace una década y por una película animada, Matías definió su destino. Del ‘Rayo’ McQueen pasamos al ‘Rayo’ Zagazeta. Protagonista de su propia historia, todavía no escribe el final. Espera que esa imagen sea en un podio de la F1, cerca de George Russell y Max Verstappen.

A bordo de un monoplaza de 4.34 metros de largo, 1.73 m de ancho y 0.95 m de alto, Matías intenta siempre ser el más rápido. Según David Plaza, redactor de automovilismo, para participar en la Fórmula 4 Británica en el 2020 se necesitaba una inversión de entre 250 mil euros y medio millón de euros para los gastos del piloto y la escudería. Soñar no cuesta nada, asomarse en esta arriesgada carrera sí.

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La indumentaria básica de todas las series de velocidad se compone de un casco, HANS (Head and Neck Support Device), mono y ropa interior ignífuga, botas y sotocasco. Ir a casi 300 kilómetros por hora en un monoplaza sigue siendo un deporte de alto riesgo, a pesar de la evolución en la seguridad de la F1. 

¿EL PERÚ TIENE LA FÓRMULA?

Pensar al automovilismo peruano en la alta competencia internacional es retroceder a 1982 con Jorge Koechlin, quien compitió en la Fórmula Aurora (F1 Británica) con su Team Perú, sentado en un Williams FW07, monoplaza obsequiado por la escudería del mismo nombre y en el que piloto australiano Alan Jones, campeón de la F1 en 1980, también apretó el acelerador.

(Jorge Koechlin en la Fórmula Aurora/ Fotografía: Galgo Diecast Argentina)

También es pensar en Juan Manuel Polar, quien ha disputado la Fórmula Renault y el Campeonato de España de Fórmula 3, entre otras series. Polar, al igual que Koechlin, y la gran mayoría de pilotos a nivel nacional y mundial, mantenía el sueño de llegar a la F1, la máxima categoría del automovilismo.

La realidad actual apunta a la juventud del deporte, mal llamadas promesas porque su proceso de desarrollo es permanente; y, en el caso peruano, tenemos al piloto Matías Zagazeta, cuyo triunfo más destacado fue en el 2021 en la Fórmula 4 Británica, campeonato en el que el actual piloto de la escudería McLaren F1, Lando Norris, se consagró campeón a los 15 años de edad en el 2015 y que fue parte de su ‘trampolín’ para avanzar. Norris perteneció a la escudería ‘Carlín’, la misma en la que Zagazeta militó durante el primer año.

Para el final de la temporada 2020, Matías destacaba por ser parte del top3 de la categoría ‘Rookies’, como se les dice a los debutantes del campeonato. Su mejor posición fue un quinto lugar en el Donington Park. También probó correr en circuitos históricos de la F1, como Silverstone, en el que para su segundo año (2021) se subió en lo más alto del podio de la mano de la escudería Argenti Motorsport.

Veinticinco puntos fue la distancia numérica que separó al piloto de obtener el primer lugar del campeonato británico. Nombrado el piloto sudamericano con más podios en la BritishF4 al sumar cuatro triunfos, seis veces el segundo lugar y uno como tercero, su nombre ya ruge en el mundo del automovilismo.

LO PLURAL ANTES QUE LO INDIVIDUAL

Aunque no deja de ser irónico, a fines de febrero, Zagazeta, con 18 años cumplidos, por fin concretará el proceso para la obtención de su licencia de conducir. Se sabe que aprobará el examen práctico, pero lo curioso es que pueda manejar un monoplaza de Fórmula 4, pero no su auto.

“Pasamos el examen médico, también pasamos el teórico con 40 de puntaje. Apenas nos dieron los resultados, reservamos el práctico y de seguro lo pasamos”, afirma Matías, siempre hablando en plural. Todo se siente como un trabajo en equipo cuando eres piloto, hasta sacar un documento. “No me di cuenta, ya me acostumbré a hablar así (en plural) de mi equipo y yo pues somos uno solo”, explica. De la individualidad a ser parte de un todo.

HACERLE CASO AL INSTINTO

Su mente está repleta de recuerdos y experiencias vividas durante 10 años en el automovilismo, un camino sinuoso como un circuito, pero en el que sigue acelerando. “Recuerdo perfectamente la primera vez que sentí la emoción por los autos, fue al ver la película animada de Disney: Cars. Me encantó el tema de las carreras y de la adrenalina. Mi visión cambió, y ya en la televisión aparecían las carreras de autos y automáticamente las relacionaba con la película. Así es como me empezó a llamar la atención Nascar y, por supuesto, la Fórmula 1, entre otras categorías”, cuenta Matías.

Cuando iba a los restaurantes, usaba los sobres de mayonesa, ketchup y mostaza, aprovechando la diferencia de colores, para que su mente emulara ‘carritos’ en una carrera individual, lo mismo con los cubiertos y sus diferentes formas y cualquier objeto que encontrase a su alrededor. Ya era casi una obsesión.

Fueron señales que su papá captó. Relacionar todo su entorno a las carreras de autos no era común. Era un instinto que estaba esperando ser descubierto y desarrollado sin limitaciones.

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Su padre encontró en el Boulevard de Asia el primer establecimiento en el que Matías probaría un kart para descartar o, en el mejor de los casos, confirmar que los autos eran para él. Eso pasó a sus ocho años. Se subió y nunca más quiso bajar.

LA FE ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE

Luego de debutar, a modo de práctica, en los Karts de Asia, el padre de Matías buscó la información necesaria para que su hijo siga el camino de la velocidad, y encontró la clave en el Kartódromo de Santa Rosa, donde, además de prácticas, había competencias profesionales.

“Mi primera carrera fue en Santa Rosa, en una fecha del Campeonato Regional de Karts categoría MINIX30. Éramos entre 10 a 11 niños pilotos. Ese día terminamos penúltimos, yo con ocho años, y mis contrincantes con 10, 11 y 12 años, y con varias carreras de experiencia”, cuenta Matías, casi como en una escena de Cars.

A partir de ese día, empezaría su primer año en el mundo del automovilismo y también en el de la fe. Siempre que observaba los podios de las distintas carreras, además de aplaudir, miraba con ilusión el pedestal de madera y le pedía a Dios estar ahí algún día.

“Antes de dormir rezaba con toda la fe y le pedía a ‘Diosito’ que por favor quería estar al menos tercero en mi próxima carrera y efectivamente me pasó, llegué tercero y pasé a pedirle por un segundo puesto. Después le pedí ganar, lo que también logramos”, añade. Y es suficiente para saber quién es su copiloto.

DE LA AFICIÓN A LA PROFESIÓN HAY SACRIFICIOS

Son diez los años que Matías le está dedicando al automovilismo. Empezó como un juego, pero ya es su carrera. Lo que empezó como una fuerte influencia de una película animada, terminó en llevarlo hasta Inglaterra, país en el que reside actualmente. A los 16 años se mudó. Dejar familia, amigos, estudios (en español) y, sobre todo, la comida peruana, como él enfatiza, fue un desafío que supo afrontar y que lo asume con madurez.

Matías Zagazeta tras ganar en la Fórmula 4
Zagazeta disfrutando un triunfo en la Fórmula 4. INSTAGRAM MATÍAS ZAGACETA

Acabó su último grado escolar en un internado inglés y a la par entrenaba para su segundo año en la F4 Británica. Su colegio comprendía la complejidad de ser estudiante y deportista a la vez, por lo que le otorgaron los permisos para las prácticas y entrenamientos. “No negaré que fue un poco difícil lidiar con ambas situaciones. Estuve en el colegio hasta finales de junio y coincidió con las tres primeras carreras, justamente fueron esas en las que no me fue tan bien. Después, me enfoqué 100% y hubo excelentes resultados”, revela el piloto.

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Se ha perdido la mayoría de los cumpleaños de sus mejores amigos y viajes con ellos. Ante la toma de decisiones como deportista, elegir entre una fiesta o una carrera que requería traslado dentro o fuera del país, había un claro lineamiento. “Al final del día son pequeños sacrificios que se van acumulando a modo de prueba y así se pueden ver resultados positivos”, menciona Matías.

REFERENTES COMO FUENTE DE APRENDIZAJE

Alguien que celebró a lo grande el fichaje de George Russell por Mercedes en la Fórmula 1, además del mismo Russell, fue Matías Zagazeta. El piloto inglés es uno de sus ejemplos a seguir.

Admira la resiliencia y perseverancia de Russell, que cimentó durante el fluctuante camino que le tocó recorrer y que a la actualidad lo han posicionado como uno de los mejores pilotos de la categoría. Desde este 2022 correrá en la vigente escudería campeona del Mundial de Constructores, por octavo año consecutivo, Mercedes-AMG. Matías espera seguir ese camino.

A Zagazeta lo une a Russell la misma agencia de representación. “Los managers son los que se acercan a los equipos y realizan las conversaciones para los contratos, las nuevas oportunidades, también ven nuestra imagen, los auspiciadores. La agencia que ve por George, también ve por mí, por Dan Ticktum, piloto que ahora estará en la Fórmula E, otros más en la Fórmula 2. Ver que ellos trabajan en base a nuestros resultados da aliento y motivación para el siguiente paso”, cuenta el piloto.

MANTENER EL OBJETIVO CLARO

La meta de Matías y su equipo es llegar a la Fórmula 1 y ser el primer peruano en pisar la máxima categoría del automovilismo. El camino no es fácil, por lo que es válido revisar otras opciones.

Zagazeta sigue el plan que ha venido construyendo y desarrollando espontáneamente desde los ocho años y que ha ido tomando seriedad con el pasar del tiempo y de las experiencias vividas en la grilla de carrera.

Matías Zagazeta cuando era niño y probaba los karts
Matías Zagazeta en una de sus primeras pruebas de karts. INSTAGRAM MATÍAS ZAGACETA

Aquel niño, que desde el primer día miraba con anhelo el podio en el que las categorías minis de Kart se posicionaban, el 2021 alcanzó subirse a más de uno, en otro continente en el que se vive y respira el automovilismo como en ningún otro lado.

Matías sigue acelerando, haciendo los cambios necesarios para convertirse en el primer peruano en la Fórmula 1. Esa es la meta y él quiere llegar para que ese logro se convierta en una celebración nacional. ~

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