El incidente que protagonizaron Will Smith y Chris Rock en la gala de los premios Oscar es otro ejemplo de cómo la masculinidad tóxica ha opacado los logros que ha obtenido Serena Williams en su exitosa carrera. La comunicadora Silva García Asenjo nos recuerda aquellos episodios en los que el machismo y del racismo le han arruinado la fiesta a la legendaria tenista.
Le debemos una disculpa a Serena Williams. Y sobre todo, la masculinidad tóxica le debe una grande. Sus inmensos logros han sido, en muchas ocasiones, opacados por hombres y sus egos. El 30 de enero Rafa Nadal ganó —en un partido para la historia— su título 21 de Grand Slam sacándole una pequeña ventaja a Roger y a Nole. La prensa no paraba de decir que era el primer tenista en la historia en haber conseguido este hito. Al parecer, la gente —sobre todo la prensa deportiva— se había olvidado que siete años antes Serena había conseguido en la ‘Catedral del Tenis’ Wimbledon su trofeo 21 y que le siguieron dos más. Una de las tantas veces que la gloria de Serena queda olvidada.
Serena —dentro del tenis femenino y masculino— está en una liga muy distinta a la de los demás deportistas. Ella tiene otro tipo de lucha, una de índole personal: ser la mejor de la historia, al margen de su género, y otra de índole público: ser reconocida por todos como la mejor y le reconozcan el lugar en la historia que se ha ganado a pulso y con mucho más obstáculos que Roger, Rafa, Nole y Naomi. Ser una mujer negra en un deporte históricamente para blancos fue, y es, una de las mayores luchas que enfrentan Serena y su hermana mayor, Venus.
UNA NOCHE ESPECIAL ARRUINADA
La noche del 27 de marzo fue una noche especial para las hermanas Williams. Era más que seguro que Will Smith ganaría el Oscar —el trofeo más importante en la industria del cine— por su interpretación de Richard Williams, padre y primer entrenador de las hermanas multi campeonas del tenis. Pero, al final, nadie habló de ellas ni de su historia digna de decenas de películas y documentales de Hollywood. No. Al final de la noche solo se habló de un terrible incidente de violencia ocasionado primero por el comediante Chris Rock y luego por Smith.
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Una terrible broma sobre el look de, Jada Pinkett Smith, la esposa de el ‘Príncipe del Rap’ quien ha hecho público su diagnóstico de alopecia terminó con un furibundo Will Smith acercándose al escenario de los premios para tirarle una sonora cachetada al cómico. Todo el esfuerzo por homenajear al padre de las campeonas se redujo a ese momento infame. Y doblemente infame porque como lo narra un diálogo del film, Richard Williams fue víctima de violencia racista y por esa misma razón está en contra de todo tipo de agresión.
Y Serena sabe muy bien de violencia racista. Hace más de veinte años atrás, después de un retiro intempestivo de Venus en las semifinales del Indian Wells, en su partido de la final contra la belga Kim Clijsters los abucheos para ella, su hermana mayor y su padre fueron incesantes. Incluso se oyeron algunos insultos abiertamente racistas en pleno partido. Como lo menciona en su libro, en ese momento tuvo ganas de llorar por los abucheos y los insultos que oyó, pero optó hacer algo distinto: ganar el torneo en tres sets.
Luego, tomó una medida radical, ella y su hermana Venus boicotearon el torneo. Serena no ha jugado en Indian Wells por catorce años. Venus, por quince. Imagino que los organizadores lamentaron profundamente, en sus bolsillos, y en su prestigio no haber frenado esa violencia a tiempo.
Cuando se hizo público su embarazo Serena también fue víctima de racismo. En el 2017, el ex campeón de Roland Garros, Ilie Nastase, fue el protagonista de la agresión al decir: “veremos de qué color es ¿Chocolate con leche?” Uno de los momentos más alegres en la vida de la tenista se vio opacado por el abierto racismo de un hombre blanco. Un personaje que ha sido suspendido por la Federación Internacional de Tenis (ITF) por actitudes violentas hacia el equipo de Gran Bretaña, específicamente, contra la ahora retirada, Johanna Konta, y su capitana, Anne Keothavong.
LA REINA NO FUE SERENA
La masculinidad tóxica le ha robado mucho a Serena. La misma película “King Richard” es la historia casi heróica de todo lo que hizo Richard Williams para convertir a sus hijas en campeonas absolutas del tenis. Solo hay pequeños chispazos del talento extraordinario de Serena y de Venus. En el mismo film podemos ver algunos atisbos de esta masculinidad en el patriarca de las Williams. Incluso, Oracene, la madre de las campeonas, queda como un personaje menor en esta historia llena de obstáculos hacia la gloria deportiva.
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Will Smith —como dice The New York Times— se adueñó de la historia de las hermanas Williams en la cinta. Y terminó de invisibilizarlas en la ceremonia de los Oscar. La noche era ideal para ver a Serena camino a la gloria que merece, pero ahora solo recordaremos esos dos actos de violencia: primero, la burla ofensiva hacia una mujer negra con una condición médica y luego, la bofetada de Smith a Chris Rock.
Serena está acostumbrada a ir contra la corriente, hacerse la mejor de la historia en un camino especialmente cuesta arriba y alcanzar la gloria por méritos propios. Pero ya es hora de que sus momentos de gloria sean solo para ella y que no haya nadie, sobre todo un hombre, arruinándolos. Quienes amamos el tenis fantástico de Serena no olvidaremos la cara de shock que puso cuando sucedió la cachetada ni la de vergüenza ajena que transmitieron las cámaras de televisión al oír el mensaje de triunfo de Smith que justificaba ese acto violento amparándose en lo que habría hecho Richard Williams.
Ni Venus ni Serena merecen que su historia se asocie con la violencia machista. Por eso es que le debemos unas disculpas. ~
EXCELENTE ARTICULO , COMO TODO LO QUE HACES, TE FELICITO
Muy buen artículo, Silvana. Felicitaciones.