A dos días de la victoria del Real Madrid en la final de la Champions League, aún se mantiene la polémica sobre si los ‘blancos’ hicieron los méritos suficientes para alzar su ‘Orejona’ número catorce. El literato Tomas Cortez expone las razones que permiten incluir al equipo de Carlo Ancelotti dentro de las páginas más importantes de la historia del fútbol.
UNO
“¿Cómo es posible que el campeón de la Champions pateara solo dos veces al arco y ganara?”, se preguntan muchos. Y el futbol es así, muchas veces. Ahí está la historia, pueden revisarla. Carletto entendió que era la manera de jugarle al equipo inglés. Quitar la intensidad cuando se tenía la pelota. No podía responder con la misma intensidad. Así no está construido el Madrid. Sino, tener el balón y ralentizar el juego. Recordar, que el futbol también es eso.
Puedes ganar de distintas maneras. Puedes esconder el balón, tocar y tocar. Tienes jugadores para moverla con precisión. Total, arriba tienes a la mejor dupla del momento. O acaso, ¿Uruguay no ganó la Copa América 2011 y el cuarto puesto del Mundial 2010, de esa manera? O sin ir muy lejos, la forma con la que Argentina obtuvo el título de la Copa América 2021. Ojo, que esas dos selecciones no tenían la calidad de los mediocampistas blancos.
Dentro de veinte años, la medular: Toni Kroos, Casemiro y Luka Modric será recitada de memoria. Así como los nombres de Courtois —Bélgica tiene al mejor arquero del mundo y el mejor volante, De Bruyne—y el Balón de Oro Benzema (nunca vi un 9 tan decisivo en una Champions, parecía Ronaldo del 2002). Vinicius cuenta con 21 años. ¿Hay algún delantero con un presente tan promisorio?, ¿es necesario Mbappé en el Real? ¿O es que no aprendieron, los directivos blancos, que la política de Zidanes y Pavones fue un error mayúsculo que el PSG está repitiendo?
Florentino merece un párrafo aparte. Cuando se inició la era de los galácticos, más de veinte años atrás, se creyó un ser superior (Butragueño dixit). Despidió a Makelele, quien daba el equilibrio perfecto. Y contrató a Beckham. Entonces, todo se fue al traste. Literalmente. Décadas después, el mandamás reculó. Contrató a tres de los mejores volantes del mundo, uno brasileño, otro alemán y un croata. Casemiro tuvo un primer tiempo flojo; pero en el segundo, se comió la cancha. Mientras Kroos y Modric cumplieron a rajatabla el plan del sabio italiano. Ya habían dado lo mejor de sí, en los partidos anteriores. Ah y compró a un adolescente, ignoto de dieciséis años, por 45 millones. La mayoría lo tomó a broma de mal gusto. ¿Cuánto vale Vinicius Junior hoy día?
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Este equipo ha entrado en la historia. Se tutean con la legendaria escuadra de Di Stefano, Puskas y Gento. Otros tiempos. Ahora, están en el Olimpo de la Gloriosa Casablanca.
DOS
“Cuando caminas a través de una tormenta
Mantener la cabeza bien alta
Y no tengas miedo a la oscuridad
Al final de la tormenta
Hay un cielo dorado
Y la dulce canción plateada de una alondra” – You Never Walk Alone – Himno Liverpool
La marea roja se instaló en Paris. Enormes tipos (con pinta de jugador de rugby), la inconfundible remera y el cuello rojizo. Llenaron los cafés de las calles más concurridas de la Ciudad Luz. Se instalaban en grupos y el pedido unánime: “One beer”. El calor parisino lo ameritaba. Eso sí, no toman agua, menos Coca Cola. Solo la espumosa. Cada tanto entonaban las canciones inmortales. Tienen un amplio repertorio: el rock británico es imperecedero. Los cafés y bares vendieron el equivalente de un mes, en esos días. Incluso los hoteles, tenían precios prohibitivos: setecientos euros por noche. Todos sacaron su tajada de la Final. Los Fan Zone, instalados para la ocasión, eran también testigos de la alegría inglesa. Dícese, llegaron más de sesenta mil fanáticos del equipo inglés a la final.
Familias enteras, rostros cobrizos, morochos y mestizos también forma parte de la cofradía liverpuliana. Todos entonan, de memoria, la canción, de los Gerry and the Pacemaker, convertido en Himno Futbolero. Imposible no conmoverse.
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Al final, luego de noventa minutos intensos, los sesenta mil se retiraron cabizbajos, pero orgullosos de su club. Sabían que lo habían dado todo. El futbol muchas veces es así. El perder forma parte del juego. Ni el Manchester City, en la Premier; ni el Real, en la Champions, los sometió. Y sí, el Liverpool que reinó en Europa, desde 1977 hasta 1985, ha vuelto. Ya no es casualidad. Gracias Klopp.
TRES
Desde que el Milan de Sacchi, en el 89, cambió el mundo futbolístico, las grandes innovaciones comenzaron a darse en las competencias europeas. Los mundiales dejaron de ser la vara para medir el progreso del futbol. Alemania y Argentina (Mundial 90) no tenían nada en común, con el equipo italiano y el ‘Dream Team’ de Cruyff.
Por ende, vale preguntarse: ¿Hacia dónde va el futbol ahora? El estilo y filosofía de Pep, encontró su contraparte, en los estilos más directos y contundentes de los técnicos alemanes (Klopp, Tuchel y Flick), que revolucionaron los últimos años. En esta parte del continente americano, River Plate es el equipo más parecido al subcampeón europeo. Palmeiras se basa en un fuerte cerrojo defensivo y un contragolpe letal. Flamengo es dos equipos en uno: una gran delantera y un flan en la parte defensiva. El Mineiro tiene la oportunidad de conquistar la Libertadores por segunda vez. Tiene jugadores de gran nivel y un estilo agresivo.
La doctrina Klopp no cambiará un ápice. Tampoco lo hará Tuchel. Al contrario, se mantendrán incólumes. Mientras el sabio italiano administrará de la mejor manera –o sea como siempre– su plantel. Había heredado una plantilla partida y desmotivada. La convirtió en la que le dio al Madrid su Liga de Campeones número catorce. Tácticamente irrefutable. Para muestra un botón: convirtió a Carvajal, un lateral del montón, en uno de los mejores, anulando al talentoso Diaz. Y pensar que De Laurentis echó a Ancelotti del Napoli por no saber, según él, gestionar mejor el plantel e imponer disciplina. Insólito. Es el único entrenador que ha ganado cuatro Champions League. El futbol, tarde o temprano, pone las cosas en su sitio. Siempre. ~